Maravillosa historia...
Expectativas, traidoras expectativas...
Estaba rebosante de energía, de confianza de ser un día guapo e inteligente, superior y admirado, de ansiedad por enfrentarme a nuevas personas y situaciones.
¿Será eso lo que me entristece? A veces veo en las caras de los niños y de los adolescentes el mismo celo y la misma fe, y los veo con la misma tristeza con que recuerdo los míos. Esa tristeza, ¿no será la tristeza pura? ¿Es eso lo que nos sobreviene cuando, al mirar atrás, los recuerdos hermosos se nos vuelven quebradizos, al ver que aquella felicidad no se alimentaba sólo de la situación del momento, sino de una promesa que no se cumplió?
No hay salida.
Pero el que huye no sólo se marcha de un lugar, sino que llega a otro.
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2 comentarios:
Un relato precioso. El fragmento final me ha recordado a Unamuno, que decía que "se viaja no para buscar el destino sino para huir de donde se parte."
Hola Anna, gracias por comentar. Un libro para recomendar. Muy buena la cita de don Miguel. No la conocía.
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