/* PERSONALIZACION DE LUIS

31/12/06

Dos libros

Para acabar el año me voy a salir un poco de la temática del blog y voy a comentar los dos libros que he leído durante estas vacaciones. Aparentemente son de temáticas muy diferentes pero encuentro puntos de contacto en el fondo de lo que tratan. Lo más curioso es que ha sido por casualidad - no sabía que iba a ser así.


El primero es de aquellos que son como una patada fuerte en el culo, de los que te despiertan y te hacen tomar conciencia de lo que es importante en la vida y, por contraste, lo que no lo es.

Se llama El hombre en busca de sentido y está escrito por Viktor Frankl. Es un alegato firme y duro a favor de la responsabilidad de cada individuo en su propia vida, pese a cualquier tipo de adversidades que tenga que sobrellevar.



El autor es (fue) un reputado psicólogo, creador de una tendencia o escuela en la disciplina de psicoterapia llamada logoterapia (o también análisis existencial), y está escrito partiendo de la experiencia personal del autor como interno en un campo de concentración nazi (Frankl era judío) pero narrado desde un punto de vista de científico observador de la conducta humana cuando la persona está sometida a situaciones extremas de sufrimiento e indignidad.

Su tesis central es que la actitud individual, plasmada en forma de la fuerza interior que uno pueda sacar aún en los peores momentos, es el factor determinante para superarlos y, en casos reales como los que describe, incluso sobrevivir a situaciones límite. Los que no tenían ese impulso, originado en la propia voluntad de salir adelante, perecían irremisiblemente, incluso estando en mejores condiciones físicas que otros que sí lo tenían.

Algo relacionado le dice Sancho Panza a Don Quijote en su lecho de muerte: No se muera vuesa merced, señor mío, sino tome mi consejo y viva muchos años; porque la mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse morir sin más ni más, sin nadie que le mate, ni otras manos le acaben que las de la melancolía.


Me quedo con una frase del libro:

Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas - la elección de la actitud personal que debe adoptar frente el destino - para decidir su propio camino.


Salvando las distancias enormes que hay, no puedo sino encontrar un paralelismo con esa actitud necesaria para buscar la independencia laboral, huyendo de derrotismos y conformismos.


* * *


El segundo libro es El tio Petros y la conjetura de Goldbach, de Apostolos Doxiadis.


El tiempo presente transcurre durante la dictadura de los coroneles en Grecia (1967 a 1974) y narra la historia, recuperada por su sobrino, de el tío Petros, un matemático ya jubilado, niño prodigio y que trabajó en su juventud con gigantes de la matemática de la talla de G.H. Hardy , Littlewood y Ramanujan.

La historia gira alrededor del fracaso del tío Petros en la demostración de la conjetura de Goldbach (cualquier número par mayor de dos se puede conseguir como la suma de dos números primos) y yo la interpreto como una apología del esfuerzo para conseguir los objetivos vitales de cada uno aunque acaben siendo inalcanzables. Es desgarrador el trozo en el que el tío Petros conoce (por boca del propio Gödel y su teorema de incomplitud) que podría haber estado trabajando toda su vida en algo imposible.

Mis conocimientos de matemáticas son (fueron más bien) medios - los que se obtienen de cursar una ingenieria de telecomunicaciones - pero aún recuerdo algo parecido a placer o gozo interior, cuando alguna vez, enfrascado en demostraciones y teoremas en primero y segundo de carrera, llegué a vislumbrar fugazmente ese orden supremo y belleza que hay en las Matemáticas.

Me quedo con una frase del libro:

El éxito en la vida se mide con la vara de los objetivos que te has fijado



Ni que decir tengo que recomiendo ambos libros encarecidamente.



Por cierto ... ¡Feliz 2007!


28/12/06

43 años II (o alternativamente: 43 años y ... a la p*** calle)


Comenté en un post anterior un caso que me llamó la atención en un cliente (breve resumen que ahorra leerse el post mencionado: se trataba de un hombre que llevaba trabajando 43 años en la empresa que es mi cliente y que se quejaba, entre otras cosas de la falta de compromiso de las generaciones actuales y de lo que cuesta encontrar personal cualificado)

Pues esta semana me he enterado de que lo "prejubilan". Confieso que me ha sorprendido mucho porque pensaba que era una persona muy importante para la empresa (iba a decir imprescindible pero está claro que no aplica - vaya vista que tengo).


La razón real (la "oficial" no la se) es que se ha sentido muy molesto con los nuevos métodos en su área que ha traido un nuevo director de operaciones y ha decidido dejar de "colaborar", así como suena, se ha vuelto "conflictivo" y discute cualquier decisión de su nuevo jefe.


Ya veis, 43 años que no le han asegurado nada.


PD. El tema no tiene nada que ver con nuestro proyecto.

3/12/06

¡Qué vulnerables somos!

Eso es lo que me viene a la cabeza cuando pienso en el proyecto que estamos acabando estos días (el de la espinita) y que consiste en realizar un análisis/auditoría de la estructura organizativa del área de IT en una gran empresa y después proponer los cambios que permitan mejorar el servicio y claro está, mantener (mejor reducir) costes.

La susodicha empresa está organizada por regiones supranacionales, y nuestro análisis se ha realizado para todos los países de lo que ellos denominan "South Europe".

Huelga decir, que este tipo de proyectos se suelen plasmar en movimientos de personal entre países - en unos de
salida y en otros de entrada.

¿Cómo se puede imaginar una persona, pongamos de Francia o Grecia, que la ubicación de su puesto de trabajo se está decidiendo a unos cuantos cientos/miles de kilómetros de distancia y en base a la opinión de unos consultores que ni le han visto la cara? - son decisiones de grandes números, no es relevante considerar al individuo - aunque el tipo sea el nº uno mundial - para decidir que determinado trabajo es mejor y/o más barato centralizarlo o que sea hecho desde otro sitio
.

Cada día tengo más claro que lo más importante hoy en día, en lo que concierne al mundo laboral, no es la estabilidad de tu actual puesto de trabajo- que no controlas - sino la capacidad de encontrar uno nuevo rápidamente - a salvo de decisiones tomadas por otros.

Pero bueno ... ¿quién es aquí el consultor?


Así se lo soltó un consultor de producto a su director comercial en una de esas demos de ERPs a las que soy tan asiduo en estos últimos tiempos.

El
bufido vino motivado porque el comercial se empeñó en que determinada funcionalidad estaba cubierta por el producto, y espoleado por nosotros (somos un poco malos a veces y provocamos esas discusiones a ver si sacamos información) insistía en ello, a pesar de las múltiples razones que el consultor esgrimía para matizar el tema.

No se que pasaría luego con el consultor - supongo que nada porque era muy bueno - de esos que te gusta tenerlos a tu lado en esas largas noches y fines de semana de
arranque o go live de los sistemas. Y de esos hay muy, muy pocos.

Como se nota quien vende y quien implanta luego ... y se come el
marrón.


Me gusta planchar

Sí, puede parecer extraño, pero es en ese momento donde, concentrado en esa arruguita rebelde, esa maldita rayita del pantalón o el indomable cuello de la camisa ... tengo un tiempo sereno para mí mismo donde esa concentración extrema me blinda contra las distracciones de mi alrededor y donde puedo pararme simplemente a... pensar. Sí, eso que me cuesta tanto últimamente.

Un compañero me contó que en una conferencia a la que asistió, da igual el tema, había un conferenciante, filósofo de profesión, que dijo que "para la gente ahora ya no existe el pasado ni el futuro, sólo el presente", ... y añado yo: no te puedes parar a pensar en el futuro y mucho menos en el pasado, hay que responder rápido a lo que te pasa ahora, en este justo momento ... no da tiempo para más.

Y para acabar algo que a lo mejor no tiene nada que ver, ¿o sí? - según una encuesta reciente, la tarea doméstica más odiada es planchar. ¿será porque da tiempo a pensar?


PD. Reconozco que exagero un poco. Si tuviera que planchar todos las semanas y no ocasionalmente, ya veríamos si diría lo mismo.