/* PERSONALIZACION DE LUIS

3/12/06

¡Qué vulnerables somos!

Eso es lo que me viene a la cabeza cuando pienso en el proyecto que estamos acabando estos días (el de la espinita) y que consiste en realizar un análisis/auditoría de la estructura organizativa del área de IT en una gran empresa y después proponer los cambios que permitan mejorar el servicio y claro está, mantener (mejor reducir) costes.

La susodicha empresa está organizada por regiones supranacionales, y nuestro análisis se ha realizado para todos los países de lo que ellos denominan "South Europe".

Huelga decir, que este tipo de proyectos se suelen plasmar en movimientos de personal entre países - en unos de
salida y en otros de entrada.

¿Cómo se puede imaginar una persona, pongamos de Francia o Grecia, que la ubicación de su puesto de trabajo se está decidiendo a unos cuantos cientos/miles de kilómetros de distancia y en base a la opinión de unos consultores que ni le han visto la cara? - son decisiones de grandes números, no es relevante considerar al individuo - aunque el tipo sea el nº uno mundial - para decidir que determinado trabajo es mejor y/o más barato centralizarlo o que sea hecho desde otro sitio
.

Cada día tengo más claro que lo más importante hoy en día, en lo que concierne al mundo laboral, no es la estabilidad de tu actual puesto de trabajo- que no controlas - sino la capacidad de encontrar uno nuevo rápidamente - a salvo de decisiones tomadas por otros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Completamente de acuerdo. La cuestión no es cuánto nos va a durar nuestro actual trabajo sino la posibilidad que tenemos de encontrar o crear uno nuevo. Ayer escuchaba en la radio que hay que ir pensando en que el cambio de trabajo sea mucho más habitual e incluso el cambio de profesión, pero para ello es muy importante que tomemos conciencia de que debemos construir nuestra carrera profesional y que las decisiones importantes han de ser nuestra y no de la empresa para la que trabajemos.

Julen Iturbe-Ormaetxe dijo...

Bienvenido al club de los artesanos. Interesante reflexión la de tu último párrafo.