/* PERSONALIZACION DE LUIS

11/6/08

Facturar cuando no toca

En esta bendita profesión, es frecuente lidiar con dilemas que ponen a prueba la ética profesional de cada uno, y al final, porque creo que va muy relacionado, la continuidad en el negocio. Y para ejemplo el siguiente:


Situación brevemente: implantación de un ERP donde tengo el rol de gestor del proyecto desde el punto de vista del cliente (a todos los efectos soy del bando del cliente). Como en la mayoría de este tipo de proyectos, se factura por hitos: una facturita al principio, otra facturita cuando el cliente acepta el diseño, otra cuando se pone en marcha el primer piloto, y así sucesivamente. El implantador ya ha presentado el diseño y quiere emitir la factura cuanto antes por lo que presiona para que se acepte ( que yo lo acepte porque el cliente en la práctica ha delegado eso en mí), ... y la verdad es que es inaceptable: falta detalle, no se mojan en algunos puntos, etc.

Si se llevase adelante este diseño nos encontraríamos más adelante con la típica situación de que el cliente se da cuenta cuando tiene el sistema delante de los morros que aquello no es lo que él necesita, es decir ya la tenenos liada con la guerra de tú aceptaste el diseño, sí pero esto es inaceptable, pues haberlo dicho antes ahora te tengo que facturar una extensión de proyecto, etc.

Me diréis, ¿pues qué problema hay?, no se acepta y punto. Pues sí que hay problema, porque mi facturita también está sujeta al hito de aceptación del diseño. Si no se acepta, yo tampoco puedo facturar.

Es en estos momentos cuando uno tiene que tener claro que la satisfacción final del cliente es la mejor inversión que uno puede hacer y que los comportamientos regidos por el corto plazo no son la mejor manera de llevar este negocio. Ergo, el diseño no se acepta (aunque eso sí, en los próximos días le voy a meter mucha caña al implantador para que lo acabe en condiciones... a ver como responde)

5 comentarios:

josempelaez dijo...

Me alegra leer que lo tienes claro. Me inquieta que haya dudas sobre la respuesta del implantador. No creo que le estés pidiendo "florituras".

Anónimo dijo...

Yo creo que hay situaciones en las que es posible desligar tu facturación (o al menos una parte) de la del implantador, aunque no sé si esta es una de esas ocasiones. Hay muchas variables que no conocemos tales como quién realizó la selección del implantador o la forma de informar al cliente, si se podría haber evitado el problema de alguna manera. Lo importante es apuntarlo todo en el registro de lecciones aprendidas ;-)
Mucha suerte.

luis.[tic616] dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
luis.[tic616] dijo...

Josempelaez, como actualización del post - el implantador está respondiendo bien. Se ha puesto las pilas y está entrando ya a detalle.

Alfonso, en este caso objetivamente están bien ligadas las dos facturaciones - me pagan para que el proyecto salga bien y el primer hito es que el cliente entienda y acepte el diseño. Yo debo asegurar que el diseñador entregue un diseño aceptable.

Saludos

JP dijo...

Es uno de los descuentos "encubiertos" más difíciles de comtrolar, y los gastos financieros, vas sumando y sumando, y al final, son cuantiosos. Al menos sensibilizar sobre el tema es un buen primer paso.


Saludos,
JP

Historias de JP