Ya está. He decidido dar un nuevo cambio de rumbo. Tras casi dos años trabajando en una empresa de biotecnología como director de sistemas me vuelvo a la consultoría. Pero, y este es un matiz muy importante, no vuelvo como trabajador a sueldo.
Varias son las razones que me han llevado a ello pero la principal y única que creo que es interesante compartir, ha sido darme cuenta de que seguir dependiendo del sueldo que te paga una empresa es una opción muy arriesgada.
Es algo más que un cambio de trabajo; es un cambio de modelo profesional. De "trabajador por cuenta ajena" a "trabajador por mi cuenta". De generar para otros a generar para mí casi todo, y explico el "casi": voy a trabajar en compañia de otros consultores en régimen "cooperativista", nos vendemos los unos a los otros, compartimos gastos y estructuras, y al final repartimos.
Además quiero hacer más cosas, como escribir artículos, dar clases, impartir seminarios... aún no se como lo voy a hacer pero lo importante es que quiero hacerlo (este blog es un primer paso y prueba de ello).
Trabajar para una empresa significa, es una obviedad, que si la empresa no quiere tú ya no trabajas. Si tus ingresos dependen de esa empresa, adiós ingresos.
¿Qué hacer? - pues también una obviedad: que tus ingresos no dependan de una empresa sino de ti directamente. Es algo más que autoempleo, es garantizar que eres "empleable" por tí mismo. Se requiere un ejercicio de introspección considerable (¿qué quiero?, ¿qué puedo hacer?, ¿cómo?, ...) y evidentemente el coraje para llevarlo a cabo.
El riesgo es alto si no sale bien pero la recompensa es muy alta: la satisfacción personal de haberse salido de la rueda que gira pero no avanza.
Seguiré contando ... espero.
Anotación posterior: tomo prestada esta frase del (interesante) blog de consultor anónimo:
"Lo que en circunstancias graves más suele faltar a los hombres no es ni el talento ni el sentido común, sino el carácter y la voluntad; más daño suele venir de la debilidad y de la nimia desconfianza de sí mismo, que de la arrogancia y de la impetuosidad desenfrenada". Filippo Pananti.
...tomo nota.
5 comentarios:
Mucha suerte.
Enhorabuena, el tono de tu post refleja la determinación de quien ha visto "de una forma clara y distinta" (que diría Descartes) cuál es la realidad. Una vez caído del caballo, como San Pablo, no hay vuelta atrás. Espero que tengas fuerzas para ir contracorriente, que es el camino que has elegido. Seguro que te dará enormes satisfacciones.
Bueno, ca eso de ir a contracorriente tampoco creo que sea así, de hecho cada vez conozco más gente que está haciendo cosas parecidas.
Tampoco ha sido una iluminación repentina, ha salido de muchas horas de reflexión (y de insomnio, todo sea dicho)y es fruto de la insatisfacción y de buscar un futuro más seguro (menos vulnerable).
Irte de tu empresa no tiene que significar una ruptura ¿podría ser tu primer cliente?
Otra idea podrá ser, antes de romper y pasar a depender de tu capital, empezar a impartir clases en cursos/seminarios para abrir tu potencial cartera de clientes ..
Anónimo, gracias por la sugerencia y leerme.
(-) Desafortunadamente mi actual empresa se gasta menos en consultoría que un esquimal en neveras. De todas formas retengo buenas relaciones con las personas que quedan. Antes de un año la mayoría ya estarán fuera y entonces sí que serán potenciales buenos clientes en las empresas a las que vayan.
(+) Afortunadamente de partida ya salgo con una red de contactos apreciable (excompañeros y clientes de cuando trabajaba en consultoría, los actuales contactos de mis nuevos compañeros, etc.) - si no fuera así me hubiera costado mucho dar el salto.
Durante estos dos años en mi actual empresa he tenido mucho tiempo, necesidad y ganas de reflexionar sobre que es lo realmente importante a la hora de que te salgan bien las cosas en consultoría por lo que vuelvo con otra mentalidad.
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