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28/9/09

Consultoría Artesana y Métodos Ágiles. Paralelismos



En mi post anterior de Consultoría Artesana. Reflexiones sueltas ya deslicé tímidamente que encontraba puntos de contacto entre los principios que (creo) inspiran la consultoría artesana y los métodos ágiles, cuyo corpus doctrinal se resume, de forma ágil por supuesto, en los 4 principios y 12 puntos del manifiesto por el desarrollo ágil de software.

Soy consciente de que estos principios fueron formulados para ser aplicados en un ámbito tan específico como el desarrollo de software, pero los paralelismos que encuentro son tantos que no me puedo resistir a reflexionar sobre cómo aplicarlos a esto que hemos venido a llamar la consultoría artesana.

Como método, creo que vale, iré desgranando los 4 principios del manifiesto ágil y los paralelismos que encuentro con la consultoría artesana (tal como yo la concibo al menos) y que abreviaré a partir de ahora como CA.



Los métodos ágiles se asientan en cuatro principios básicos:


Valorar más a los individuos y su interacción que a los procesos y las herramientas

En el caso de la CA se maneja el axioma de que cada proyecto es irrepetible al 100%. Hay que trabajarlo sin estar atados a metodologías enlatadas que bloqueen la entrada a nuevas ideas, pero sin renunciar -ya me pronuncié al respecto- a experiencias anteriores.
Así, (dicho a lo cluetrainiano) los proyectos son -deben ser- conversaciones, entre consultor y cliente. De resolución conjunta, de escucha atenta (¡mutua, que hay cada cliente que para qué!), de exploración compartida, donde el consultor -aparte de traer conocimiento foráneo- sabe extraer y canalizar el que reside en el propio cliente (a veces sólo hay que escuchar para ver que la solución a un problema ya está ahí y que sólo hay que presentarla de la forma adecuada). La metodología no es ya una serie de tareas encadenadas, con roles, deadlines, deliverables, etc. sino que se parece más a poner en escena a los diferentes actores y verles actuar sin guiones previos completamente cerrados.



Valorar más el software que funciona que la documentación exhaustiva

El fin del powerpoint-informe-final-de-proyecto como un objetivo en sí mismo del proyecto. Este es uno de los elementos más potentes y dinamitadores que veo. El propio proceso del proyecto se constituye en un resultado del mismo: intercambio abierto, construcción de conocimiento pasito a pasito, consciencia y conciencia de que el proyecto no se acaba del todo, metodología que luego quedará, confianza adquirida entre las personas componentes del proyecto, ... son en sí mismo resultados que perdurarán y deberían ser benéficos para la organización de forma permanente.
En contraposición: el tipico proyecto donde los consultores desembarcan con sus metodologías, sus best practices multiterreno, ... removiendo cielo y tierra, recogiendo mucha información para, al final, presentar el megainforme que debe ir a misa (aclaro, es una caricatura)



Valorar más la colaboración con el cliente que la negociación contractual

Es evidente que la CA no se puede desarrollar así como así en cualquier cliente porque exige de éste que vaya a pecho descubierto, con un resultado incierto y no prefijado de antemano del todo - sin nadie con espaldas anchas a quien echarle la culpa si algo va mal. Eso no hay contrato tradicional que lo soporte y deberá ser sustituido por contratos abiertos y mucha, mucha, confianza. Es decir, hemos de ir, no hay otra, a la relación persona-persona, no empresa-empresa.
¡Otra cosa es ver cómo se logra esa confianza la primera vez! - quizá al cliente hay que irlo convirtiendo poco a poco, desde un primer proyecto, con un contrato tradicional, pero que se va desarrollando con los preceptos artesanos de forma paulatina... ¿evangelización?



Valorar más la respuesta al cambio que el seguimiento de un plan
Este es otro principio de lo más subversivo. Asumir que un proyecto no tiene un alcance cerrado de forma precisa, y que debe ir ajustándose, en tareas y resultados, a medida que se va desplegando, puede ser un hueso difícil de tragar pues es renunciar a la referencia con la que se puede apretar al contratista (las dos palabras están escogidas premeditadamente). Pero es que la propia esencia de la metodología base de un proyecto artesano, recordemos los proyectos son conversaciones, te lleva a esa dinámica de tener que acomodar cambios a medida que aparezcan. Y reconozco que esto es un reto colosal para un gestor de proyecto que, seamos realistas y tengamos los pies en el suelo, tiene que acabar un proyecto en un plazo y con un balance coste/beneficio razonable.



Y los 12 puntos del manifiesto (Me permito llamar la atención sobre los nº 4, 5, 6, 9, 10 y 11)


1) Nuestra principal prioridad es satisfacer al cliente a través de la entrega temprana y continua de software de valor.

2) Son bienvenidos los requisitos cambiantes, incluso si llegan tarde al desarrollo. Los procesos ágiles se doblegan al cambio como ventaja competitiva para el cliente.

3) Entregar con frecuencia software que funcione, en periodos de un par de semanas hasta un par de meses, con preferencia en los periodos breves.

4) Las personas del negocio y los desarrolladores deben trabajar juntos de forma cotidiana a través del proyecto.

5) Construcción de proyectos en torno a individuos motivados, dándoles la oportunidad y el respaldo que necesitan y procurándoles confianza para que realicen la tarea.

6) La forma más eficiente y efectiva de comunicar información de ida y vuelta dentro de un equipo de desarrollo es mediante la conversación cara a cara.

7) El software que funciona es la principal medida del progreso.

8) Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenido. Los patrocinadores, desarrolladores y usuarios deben mantener un ritmo constante de forma indefinida.

9) La atención continua a la excelencia técnica enaltece la agilidad.

10) La simplicidad como arte de maximizar la cantidad de trabajo que no se hace, es esencial.

11) Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos que se auto-organizan.

12) En intervalos regulares, el equipo reflexiona sobre la forma de ser más efectivo y ajusta su conducta en consecuencia.



Y si te has tragado este ladrillo no puedo sino admirar la paciencia que has demostrado. Si además te ha gustado, ya es la leche... y si además dejas un comentario pues ya no se como calificarlo. En cualquier caso, de verdad, muchas gracias.


y bueno... tanta correr, reconozco que he quedado un poco cansado.



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23/9/09

Consultoría artesana. Reflexiones sueltas

Llevamos unos cuantos (algunos más que otros todo hay que decirlo) dándole vueltas a esto de la consultoría artesana. Todavía (ya tardo, es cierto) no me he metido de lleno en el debate, básicamente porque tengo las ideas un poco dispersas aún, así que previamente he querido ordenarlas un poco utilizando el blog - ¿para qué lo quiero sino es para estas cosas en el fondo?

Recopilo y comparto a continuación, sin la intención de hacer aquí el debate y sin ningún orden preconcebido, una serie de reflexiones sueltas que he ido anotando a medida que se me ocurrían durante los últimos días y que espero que me sirvan para entrar al debate con las ideas más claras e insisto, sin pretender sustituir mi participación en el mismo:


Consideramos cada proyecto como algo único. ¿Significa eso que se ha de partir de cero y no puedo reutilizar herramientas o conocimientos de proyectos anteriores? Por supuesto que no. Como ya escribí en su día (si bien refiriéndome más a la consultoría industrial que a la artesana), los consultores desempeñamos también una función polinizadora, diseminando conocimiento en y de nuestros clientes.
Mi posición es que hay que adaptarse y tener en cuenta las herramientas y conocimiento del cliente, pero sin renunciar a lo propio e incorporando al bagaje profesional todas las experiencias, buenas o malas para ser reutilizadas si tiene sentido, eso sí, siempre que no se intente forzar el reaprovecharlas tal cual para que el proyecto te salga mejor.


No vale cualquier tipo de proyecto para hacer consultoría artesana. Para una mega implantación de SAP no es adecuada pero para un proyecto de gestión del conocimiento debería ser la mejor opción.
En general la considero adecuada para proyectos que requieran de mucha interacción con el cliente y donde el resultado a obtener no esté bien definido desde el principio - aqui se toca, una vez más, con las metodologías ágiles.
Proyectos donde, adicional a lo anterior, se vaya haciendo camino mientras avanzas, donde la metodología no se impone a la conversación abierta entre cliente y consultor, donde el progreso del proyecto se demuestra con lo útil/utilizable que se va consiguiendo y no por llegar a hitos planificados o que determinados documentos estén escritos a una fecha, ...


¿Qué equipo debe tener un artesano? No me refiero a herramientas sino a personas que hagan contigo el proyecto y de las cuales tú eres el responsable frente al cliente.
Abusando de la metáfora, la evolución natural de todo artesano era ser maestro artesano, con pupilos y aprendices a su cargo, que continuasen la profesión. Yo no quiero actuar sólo, quiero tener a mi lado a alguien que aprenda, sobre todo de mis errores, y que me ayude en tareas donde eso sea lo más razonable... y por qué no, aprender de él también.
Evidentemente no estoy refiriéndome a tener un equipo con tareas fragmentadas y especializadas - ese es el punto clave: en un equipo artesano, no debe haber una separación tayloriana estricta de tareas, todos deben aspirar a poder hacer, o al menos ayudar, en cualquier tipo de actividad en el proyecto.


¿Esto de ser consultor artesano es una posición altruista o buenista? Para mí, personalmente, no. Lo considero la mejor manera para mí de hacer negocio, de ser competitivo y de practicar mi profesión en determinadas circunstancias... y punto pelota, sin más aspiraciones doctrinales, morales y trascendentales. En la más pura ética objetivista hago esto y lo hago así por mi propio interés racional. Además creo que actuando así es la mejor manera de que los demás puedan alcanzar mejor sus objetivos si actúan igual. Soy un egoísta racional. No busco mejorar el mundo ni la sociedad.


¿Cómo colaborar con otros consultores artesanos? No me interesa ser parte de un gremio corporativista (¡ojo! no estoy diciendo que la declaración artesana vaya por ahí). Huyo despavorido de posiciones colectivistas para conseguir el bien común - aspiración que históricamente ha causado más males que bienes. Colaboraré con quien tenga sentido que lo haga y pueda tener plena confianza. No me voy a obsesionar por poder utilizar una marca.
Siempre saldrán una serie de elementos potencialmente conflictivos tales como competencia, solapes, de quien "es" el cliente... y que son cuestiones difíciles de gestionar en abstracto por lo que no veo factible resolverlas de forma genérica y universal, menos aún mediante la creación de asociaciones de "consultores artesanos". Cada uno tendrá que integrar su red, de forma natural, con las complicidades que surjan y con quien se vaya construyendo la imprescindible confianza.
No espero de este debate sobre la declaración artesana que se pueda resolver este punto de una forma tajante, me conformo con conseguir unos acuerdos mínimos y es el punto que veo más difícil de resolver. Como escuché a alguien el otro día: sabes si tus principios realmente lo son si te cuestan dinero.


¿Vale cualquier cliente? No. De entrada tiene que ser un valiente pues no podrá echarle la culpa al consultor amparándose en el efecto IBM (lo de nadie ha sido despedido por contratar a IBM).
Además tiene que tener ganas y tiempo (se le supone un conocimiento mínimo) para trabajar en unas condiciones donde va a estar bastante expuesto: en un entorno poco predecible, sin saber antes el resultado exacto, de tú a tú con los miembros del equipo de proyecto (a estructuras muy jerárquicas se les puede atragantar esto) y con una dinámica poco estructurada.


¿Vale cualquier consultor? Pues tampoco. Lo tiene crudo aquel que se sienta incómodo con la incertidumbre, que necesite siempre una metodología guía burros que aplicar, que no soporte bajarse de su pedestal de "yo sé más que tú y por eso soy el consultor", que tema discutir de forma abierta con el cliente, que facture por horas, ...


¿Siempre has de trabajar en modo artesano ON? Dependerá de cada cual y si puedes elegir. En mi caso particular no siempre puedo hacerlo porque a veces los proyectos y los clientes son los que son, vienen como vienen y te has de amoldar - a menos que puedas permitirte el quedarte sin proyecto y sin cliente. Sí que es cierto que aún así adopto un modo más táctico y pragmático de actuación, intentando aplicar los principios artesanos (los míos, preciso) a pequeña escala y selectivamente (con una persona concreta, en una fase determinada, etc.)


¿Qué pasa con el material ligado al conocimiento generado en los proyectos? ¿Debo compartirlos? Pues dependerá del tipo de proyecto y el cliente: una auditoría de seguridad no debería compartirse (en principio). De todas formas este punto me parece un tema menor, tan menor que no lo considero como algo que deba definir a la consultoría artesana. Otra cosa es que consideres que compartir y divulgar tu conocimiento de forma completa te ayude a posicionarte mejor de cara a conseguir clientes. Además, creo que en los proyectos de consultoría artesana, el documento final importa mucho menos que el propio proceso de construirlo.
Lo mismo me pasa con lo del software libre, no creo que sea algo relevante en este contexto. O al menos tan relevante en este caso como decir que iremos al cliente en coche eléctrico para contaminar menos. Está bien pero no es ese el tema.


¿Y esto se aguanta? Pues parece que sí, al menos unos cuantos nos ganamos la vida de esa forma más o menos. ¿Hasta cuando?... esa es una cuestión para la que no tengo respuesta. De momento tiramos p'alante que no es poco.


Bueno, creo que esta pequeña catarsis me ha servido para ordenar algo mis pensamientos. Espero no haber sido demasiado pesado (si has llegado leyendo hasta aquí es buena señal, gracias)

19/9/09

Anotaciones. Aurora Boreal de Asa Larsson



Debería dedicar más tiempo a pensar en mi abuela -se dijo- ¿Quién ha decidido que es mejor concentrarse en el presente? Tengo muchos rincones en la memoria donde vive mi abuela, pero no paso ningún tiempo con ella allí. ¿Y qué puede ofrecerme el presente?


Perturbadora sugerencia. Vivir en la memoria y evadirse del presente mundo real


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16/9/09

Escuchar no es lo mismo que oir

¿O era al revés? ... Bueno da igual. Echadle un vistazo a este video para ver la diferencia:





Y es que, centrándonos en la temática de este blog, ¿cuántas veces pasan cosas similares en nuestros proyectos? - requerimientos mal tomados o no entendidos correctamente, falsa comunicación con el propio equipo, usuarios que nos explican lo que necesitan y no nos enteramos, ... ¿no habéis vivido situaciones semejantes?


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2/9/09

¿Qué dicen tus clientes de ti?


Hace un tiempo, a la finalización de un proyecto asistí a dos reuniones consecutivas.

En la primera el CFO de la compañía (mi cliente) explicaba a sus compis del comité de dirección lo magnífico que había ido el proyecto para implantar el ERP (adivinad cual: tiene 3 letras, empieza por S y acaba por P).

En la segunda reunión (el cierre de proyecto con la consultora que había implantado el ERP) el mismo CFO le pegó un chorreo impresionante al director general de la consultora sacando todos los trapos sucios del proyecto (que los había aunque es cierto que cargó un poco las tintas para apretarle en su negociación para el contrato de soporte y mantenimiento)

Alguien que sólo hubiera ido a sólo una de las reuniones tendría una opinión muy distinta dependiendo de a cual hubiera asistido.

¿Hablan tus clientes bien de ti? ... espera, reformulo la pregunta... ¿Hablan tus clientes bien de ti a terceros u otros posibles clientes? ¿lo hacen delante de ti?...

Aunque sea así no cantes victoria y piensa, ¿y si:

... nunca quisieran admitir que se han equivocado contratándote, que algo fue mal y que van a tener que dar explicaciones? Y eso a nadie le gusta admitirlo, aunque sea de forma indirecta. En algunos sitios puede ser razón de que te fulminen.

... depende de ti tanto que mejor no encabronarte? No vaya a ser que lo dejes tirado o aún peor que te relajes en el servicio que le prestas y del que no puede prescindir o sustituirte por otro sin grandes quebraderos de cabeza (el caso típico es el de los proveedores de software o servicios de integración). Aunque una excepción a esta regla que me encanta es la CIO de Roche.

... es prudente y prefiere no crear enemigos por lo que pudiera pasar en el futuro? Ya sabéis, aquello de arrieros somos y en el camino nos encontraremos.

Aún así es muy importante saber si realmente piensan bien de ti (otra cosa es lo que digan), va en ello - sobre todos a los profesionales artesanos - vender o no vender.