En mi post anterior de Consultoría Artesana. Reflexiones sueltas ya deslicé tímidamente que encontraba puntos de contacto entre los principios que (creo) inspiran la consultoría artesana y los métodos ágiles, cuyo corpus doctrinal se resume, de forma ágil por supuesto, en los 4 principios y 12 puntos del manifiesto por el desarrollo ágil de software.
Soy consciente de que estos principios fueron formulados para ser aplicados en un ámbito tan específico como el desarrollo de software, pero los paralelismos que encuentro son tantos que no me puedo resistir a reflexionar sobre cómo aplicarlos a esto que hemos venido a llamar la consultoría artesana.
Como método, creo que vale, iré desgranando los 4 principios del manifiesto ágil y los paralelismos que encuentro con la consultoría artesana (tal como yo la concibo al menos) y que abreviaré a partir de ahora como CA.
Los métodos ágiles se asientan en cuatro principios básicos:
Valorar más a los individuos y su interacción que a los procesos y las herramientas
En el caso de la CA se maneja el axioma de que cada proyecto es irrepetible al 100%. Hay que trabajarlo sin estar atados a metodologías enlatadas que bloqueen la entrada a nuevas ideas, pero sin renunciar -ya me pronuncié al respecto- a experiencias anteriores.
Así, (dicho a lo cluetrainiano) los proyectos son -deben ser- conversaciones, entre consultor y cliente. De resolución conjunta, de escucha atenta (¡mutua, que hay cada cliente que para qué!), de exploración compartida, donde el consultor -aparte de traer conocimiento foráneo- sabe extraer y canalizar el que reside en el propio cliente (a veces sólo hay que escuchar para ver que la solución a un problema ya está ahí y que sólo hay que presentarla de la forma adecuada). La metodología no es ya una serie de tareas encadenadas, con roles, deadlines, deliverables, etc. sino que se parece más a poner en escena a los diferentes actores y verles actuar sin guiones previos completamente cerrados.
Valorar más el software que funciona que la documentación exhaustiva
El fin del powerpoint-informe-final-de-proyecto como un objetivo en sí mismo del proyecto. Este es uno de los elementos más potentes y dinamitadores que veo. El propio proceso del proyecto se constituye en un resultado del mismo: intercambio abierto, construcción de conocimiento pasito a pasito, consciencia y conciencia de que el proyecto no se acaba del todo, metodología que luego quedará, confianza adquirida entre las personas componentes del proyecto, ... son en sí mismo resultados que perdurarán y deberían ser benéficos para la organización de forma permanente.
En contraposición: el tipico proyecto donde los consultores desembarcan con sus metodologías, sus best practices multiterreno, ... removiendo cielo y tierra, recogiendo mucha información para, al final, presentar el megainforme que debe ir a misa (aclaro, es una caricatura)
Valorar más la colaboración con el cliente que la negociación contractual
Es evidente que la CA no se puede desarrollar así como así en cualquier cliente porque exige de éste que vaya a pecho descubierto, con un resultado incierto y no prefijado de antemano del todo - sin nadie con espaldas anchas a quien echarle la culpa si algo va mal. Eso no hay contrato tradicional que lo soporte y deberá ser sustituido por contratos abiertos y mucha, mucha, confianza. Es decir, hemos de ir, no hay otra, a la relación persona-persona, no empresa-empresa.
¡Otra cosa es ver cómo se logra esa confianza la primera vez! - quizá al cliente hay que irlo convirtiendo poco a poco, desde un primer proyecto, con un contrato tradicional, pero que se va desarrollando con los preceptos artesanos de forma paulatina... ¿evangelización?
Este es otro principio de lo más subversivo. Asumir que un proyecto no tiene un alcance cerrado de forma precisa, y que debe ir ajustándose, en tareas y resultados, a medida que se va desplegando, puede ser un hueso difícil de tragar pues es renunciar a la referencia con la que se puede apretar al contratista (las dos palabras están escogidas premeditadamente). Pero es que la propia esencia de la metodología base de un proyecto artesano, recordemos los proyectos son conversaciones, te lleva a esa dinámica de tener que acomodar cambios a medida que aparezcan. Y reconozco que esto es un reto colosal para un gestor de proyecto que, seamos realistas y tengamos los pies en el suelo, tiene que acabar un proyecto en un plazo y con un balance coste/beneficio razonable.
Valorar más la respuesta al cambio que el seguimiento de un plan
Y los 12 puntos del manifiesto (Me permito llamar la atención sobre los nº 4, 5, 6, 9, 10 y 11)
1) Nuestra principal prioridad es satisfacer al cliente a través de la entrega temprana y continua de software de valor.
2) Son bienvenidos los requisitos cambiantes, incluso si llegan tarde al desarrollo. Los procesos ágiles se doblegan al cambio como ventaja competitiva para el cliente.
3) Entregar con frecuencia software que funcione, en periodos de un par de semanas hasta un par de meses, con preferencia en los periodos breves.
4) Las personas del negocio y los desarrolladores deben trabajar juntos de forma cotidiana a través del proyecto.
5) Construcción de proyectos en torno a individuos motivados, dándoles la oportunidad y el respaldo que necesitan y procurándoles confianza para que realicen la tarea.
6) La forma más eficiente y efectiva de comunicar información de ida y vuelta dentro de un equipo de desarrollo es mediante la conversación cara a cara.
7) El software que funciona es la principal medida del progreso.
8) Los procesos ágiles promueven el desarrollo sostenido. Los patrocinadores, desarrolladores y usuarios deben mantener un ritmo constante de forma indefinida.
9) La atención continua a la excelencia técnica enaltece la agilidad.
10) La simplicidad como arte de maximizar la cantidad de trabajo que no se hace, es esencial.
11) Las mejores arquitecturas, requisitos y diseños emergen de equipos que se auto-organizan.
12) En intervalos regulares, el equipo reflexiona sobre la forma de ser más efectivo y ajusta su conducta en consecuencia.
Y si te has tragado este ladrillo no puedo sino admirar la paciencia que has demostrado. Si además te ha gustado, ya es la leche... y si además dejas un comentario pues ya no se como calificarlo. En cualquier caso, de verdad, muchas gracias.
y bueno... tanta correr, reconozco que he quedado un poco cansado.
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