/* PERSONALIZACION DE LUIS

20/10/08

Otras generaciones




Los empleados deben comprometerse por convencimiento no por sentimiento

Esta frase tan rimbombante salió en una conversación comiendo con un amigo, dueño de una empresa tecnológica puntera y pequeña. Son 12 personas y la mayoría de perfil técnico, jóvenes, programadores de nivel y de vocación (no becarios malpagaos ni economistas alevines de consultores).

Mi amigo se quejaba de que pese a todos sus desvelos en proveer de un entorno laboral abierto, participativo, flexible, con un sueldo decente por encima del mercado, entorno retador, tecnología prometedora, remuneración (parte al menos) por objetivos, ... no conseguía el compromiso de sus empleados.

Me explicaba por ejemplo que les hacía participar en la selección de nuevo personal, que les enviaba información para recabar su opinión en decisiones que tenía que tomar, ... y que la respuesta era más bien pasiva. Se le veía bien decepcionado la verdad, porque él si que tiene sentimiento por la empresa.

Le he argumentado que sentimiento él sí puede tenerlo, porque fue el fundador, pero sus empleados no. En todo caso convencimiento de que el sacrificio les vale la pena. ¿Y esto cómo se consigue?. Parece que no basta lo que él les ha dado. ¿Cómo conseguir un proyecto ilusionante para la gente que empieza?, ¿cómo hacerles ver que tener un título universitario no te da derecho a nada? - que hoy es como tener el bachillerato hace 20 años - ¿Cómo borrar las barbaridades cometidas por según qué empresas donde el personal se gestiona por kilos?

También explica que él se tuvo que comer una crisis en su primer trabajo de consultor, que tragó mierda por un tubo (¡yo me he comido dos y con esta tres, y lo entiendo bien!) y que no se quejaba ni la mitad de lo que lo hacen sus empleados. Mi abuelo me decía que se notaba que yo no sabía lo que era pasar hambre cuando me negaba a comer lentejas. Supongo que es algo parecido.

Una de sus afirmaciones que más me han llamado la atención es que tiene la sensación de que prefieren ser dirigidos, no tener que pensar para tomar sus decisiones. Que en el momento de pedirles opinión o iniciativa propia fuera de sus tareas parece que les de pereza y lo ven como una debilidad del jefe. Que necesitan un líder (¡buf esto sí que es un peligro!)

No comentaría esto sino fuera porque en una semana he oído tres veces (con ésta) quejas parecidas. No quiero juzgarlo ni dejar de hacerlo en esta entrada. Sólo constatar que esto es lo que hay y con esto hay que apechugar. A ver como lo arreglamos.

Mi amigo también dice que una de las cosas que espera de esta crisis es que estas generaciones aprendan a apreciar lo que tienen.


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18 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo he tenido experiencias muy similares, y otros amigos empresarios también.
La conclusión a la que he llegado es que la mayoría de la gente tiene miedo a la libertad y la responsabilidad. No es extraño que el sueño de muchos jóvenes sea ser funcionario. Eso es así, y no lo puedes cambiar desde una pequeña empresa.
Por tanto, como regla general, sobra el "empowerment" del empleado. Es una pérdida de tiempo y de energía, que acaba desmoralizando al emprendedor ilusionado.
Eso sí, de vez en cuando aparece una joya, alguien que se preocupa por la empresa, que tiene ideas y las comparte, que asume responsabilidades. A ese es al que hay que potenciar. Acabará teniendo un puesto de responsabilidad, o siendo tu socio, o creando su propia empresa.

Anónimo dijo...

Lo he sufrido en mis carnes y he llegado a la conclusión de que simplemente no les interesa la responsabilidad: han vivido demasiado bien toda su vida sin comprometerse como para ahora hacerlo.
Creo que la solución es la empresa sin empleados. Y lo digo en serio. El que quiera peces, que se moje el culo.

Antonio Valle dijo...

Yo tambien lo he sufrido en mis carnes, y los he bautizado como "los hijos de la sociedad del bienestar".

Siempre han estado tan a gustito que no les interesa nada que signifique un "sobreesfuerzo". Eso de "realizarse por medio del trabajo" no va con ellos; para ellos la realizacion está fuera del trabajo y el trabajo es un medio para conseguir la pasta necesaria para cumplir los objetivos personales, pero solo un medio y no algo que les aporte pasion, realizacion, retos...

Anónimo dijo...

Interesante ver la postura de los empresarios sin ver la de los empleados, que a fin de cuentas somos quienes hacemos posibles vuestras empresas.

Os quejáis de que vuestros empleados no toman la iniciativa, que no son proactivos pero no os paráis a pensar por qué.
Tradicionalmente la gente proactiva termina sufriendo los abusos de los jefes, que cuando ven que otros hacen su trabajo y lo hacen bien se vuelven bastante comodones. Pedís a vuestros empleados que se mojen, que tomen decisiones que quizá no les competen, pero estoy seguro que los sueldos que cobrais vosotros y los que cobran vuestros empleados son enormemente diferentes. Y esa milonga de que si uno destaca llegará a socio ya la han hecho muchos antes que vosotros y al final nada de nada... para qué voy a dejar de ganar x mil euros al mes subiéndole la categoría a mi nivel, si puedo ganarlos con él haciendo el mismo trabajo por el mismo sueldo?

El día que los empresarios se preocupen de verdad por las inquietudes de sus empleados, todos calvos. Ah y por cierto, yo no tengo ninguna carrera, no soy ningún chupatintas que aspira a la gerencia... soy un currito que lleva un chorro de años sacándose las castañas del fuego entre jefes inútiles como técnico, así que quien quiera entender, que entienda.

Anónimo dijo...

Desde mi experiencia como empleado yo sí que os doy la razón. Desde mis tiempos de becario siempre procuré esforzarme y dar un poco más de mí de lo que se esperaba. Siempre he considerado que el trabajo bien hecho no solamente enriquece al empresario para el que trabajamos sino también al trabajador. El empresario lo nota ( otra cosa es que quiera recompensarlo o no, hay jefes tacaños y otros no tanto ), el cliente lo nota ( y normalmente te agradece el esfuerzo o te llama la siguiente vez porque confía en ti, en definitiva te ganas su confianza y su estima ), tus compañeros te ven como un modelo a seguir ( siempre estará el que piense que eres un trepa o un pelota, igual que como los jefes hay empleados de todo tipo en la viña del Señor ), pero lo más importante es que al final terminas siendo un profesional mejor preparado, más completo y seguro de ti mismo.
Si luego el empresario no sabe valorar esto siempre he tenido dos alternativas, cambiar de trabajo y probar suerte en otro sitio o “tirarme a la piscina” y montar mi propio negocio. Para lo segundo hay ganas pero si no lo he hecho ya es porque se asume un riesgo que ahora mismo no estoy dispuesto a afrontar. Por ello creo que es normal que mi jefe cobre más que yo, al fin y al cabo el que arriesga es él.

Yo si que noto que los chavales jóvenes que se incorporan como becarios a día de hoy ( en su mayoría, estoy generalizando ) pecan de falta de ambición, de interés en su trabajo en definitiva, no tienen esas ganas de comerse el mundo que yo tenía y a día de hoy sigo teniendo. También he de decir que algunos salen con esas mismas ganas y las empresas terminan “machacándoles”, hay que tener suerte y acabar en una empresa que premie a ese tipo de trabajadores, que luego no son tantas.

Anónimo dijo...

Me gustaría responder a Roberto, porque leyendo su respuesta me ha venido un tufillo dudoso. En primer lugar, eres empleado... cierto, pero eres el responsable de un departamento desde hace casi 8 años con lo que desde mi punto de vista, eres más jefe que currito por mucho que quieras ponerte en el otro lado.

En segundo lugar, un trepa es un trepa... no confundamos al clásico trepa con un tío currante. Es una diferencia enorme de términos y no es apropiado juntarlos. El currito es el que se queda dos horas después del curro para arreglar algún marrón y el trepa es el que dice que lo han hecho juntos.

Por otro lado... tus compañeros te verán como un ejemplo a seguir? pero cuánto hace que has dejado de ser un currito!??! esos 8 años o 20?

Antes de terminar, hablas de los becarios de hoy en día y los comparas con cuando tú fuiste becario. Disculpa a los chavales de hoy en día, en serio, pero si yo vivo en Bilbao y me tengo que ir a Madrid a hacer de becario por (con muchísima suerte) 400€ al mes, ya le pueden dar por donde no brilla el sol a la empresa y a su becaría, que no está la cosa como para que los padres mantengan a su hijo fuera de casa para que pueda ser explotado por random empresa.

Me hace gracia leer a los jefes, responsables de dptos. y demás cargos "altos" decir que la juventud esto, que no tiene valores, que no trabaja y un enorme etc. pero nadie valora a los jefes de hoy en día, nadie pone en duda las empresas de hoy en día y todo el mundo sabe ser jefe... no? pues no, señores, no.

Para terminar... el empresario será quien se juega algo con su empresa, pero su empresa no vale un puñetero duro sin empleados. No olvidéis ese pequeño detalle y os irá mucho mejor. Si os interesa, os dejo un correo por si alguien quiere saber de verdad lo que valora la gente jóven (27 años, 6 trabajando). Un saludo...

Pablo dijo...

Bueno, pues tenéis la visión de empresarios, de trabajadores y os falta la de los que llegamos de "nuevos", y ahí voy yo.

Creo que tenéis parte de razón todos, hay empresas que pasan la apisonadora sobre los jóvenes que tienen iniciativa, ideas y ganas de responsabilidad y hay trabajadores que aunque les des el oro y el moro no querrán esa responsabilidad, tenéis ejemplos en los comentarios.

Antes de contar lo personal me hago una pregunta, ¿Cómo seleccionó tu amigo a sus empleados? Quizás el ámbito de trabajo que ha diseñado es magnifico pero su selección de personal no estuvo bien enfocada, porque hay gente que colaboraría con él 100% satisfecho. Otra opción es que no haya sabido explicar a sus empleados la razón por la que comparte con ellos la posibilidad de tomar decisiones. Ya se sabe que una idea buena, si no se sabe comunicar bien...

En cuanto a la visión del universitario en último año de carrera. Creo que es cierto que hay mucha gente que no quiere ni acepta responsabilidad, no se si por comodidad, o porque no está entre sus objetivos o simplemente por inseguridad. Pero también hay gente, aunque menos, a la que nos gustan los retos (me incluyo, sí), que queremos tener la oportunidad de colaborar con nuestras ideas y que estamos dispuestos a dar un paso al frente cuando haga falta. Es verdad que somos una minoría, en la universidad en la que estoy (de ing. de telecomunicaciones en una universidad madrileña) puedo contar con los dedos los compañeros con verdadero caracter proactivo y con ganas de tener un trabajo en el que tengamos que responsabilizarnos de cosas, tomar decisiones, equivocarnos y aprender.

Creo que utilizáis algunos argumentos que suenan a mi abuela (sin ofender a nadie por favor), como que ya no sabemos esforzarnos, que no son nada realistas. Como siempre, ha habido y hay gente que sabe esforzarse y otra que simplemente no quiere (lo cual es muy respetable si no se pide a cambio nada extraordinario). Si utilizáis ese tipo de argumentos sinceramente nos ahuyentáis a los jóvenes. Claro que no queremos matarnos a trabajar a cambio de un sueldo misero, claro que nos gustan cosas fuera del trabajo. Pero proponme / proponnos un trabajo que me / nos motive, involúcrame en tu proyecto y yo me comprometo contigo, con tu proyecto y en definitiva con tu empresa.

Hay más de un “joven” que piensa como yo, sólo hace falta encontrarnos y proponernos algo interesante, y no hablo sólo de dinero, sino de implicación, de contar con nosotros, de apreciar nuestra manera de ver el mundo, que seguro es diferente a la vuestra y enriquecernos los dos ¿no?

Siento el ladrillo, pero creo que es injusto la manera de hablar siempre de los universitarios o recién licenciados como gente sin hambre, sin iniciativa y sin ganas de responsabilidad. Eso lo ha habido siempre y siempre lo habrá, pero también gente honesta y dispuesta a trabajar dignamente (sin sueldos de becarios “malpagaos”) y sin oportunidad de desarrollo profesional.

Saludos

Anónimo dijo...

¿Y no será que ese modelo del compromiso ya no se lo creen más que los que lo exigen? ¿Y si ya no vale? Porque todo caduca, y tras el modelo de patrón paternalista, va el del líder mánajer de máster del universo; y hoy seguimos buscando fidelidad a símbolos mientras nosotros (hablo de una generación) intentábamos liquidar patria, dios y familia ¿Ahora nos extraña que una generación quiera acabar con la empresa, jerarquía y compromiso?

Cuando surge esa queja surge del que exige el compromiso hacia los que no están dispuestos a dárselo. No es una situación de igualdad por muy guay que uno quiera ejercer de patrón ¿Y si nos proponemos nuevas estructuras de colaboración en red? ¿Que son utópicas? Pues, puede, pero para conseguir lo posible...

Anónimo dijo...

Lo que parece fuera de duda es que las nuevas generaciones tienen unos valores distintos y eso se nota en su actitud hacia el trabajo.

Creo que el modelo empresa/empleado está más muerto que vivo, al menos en los países desarrollados, y en los próximos 10 años la foto va a dar un vuelco que sólo unos pocos son capaces de imaginar.

La sociedad conectada está dando al traste con las relaciones jerárquicas. Esta democratización va a impregnarlo todo, incluyendo la empresa.

Los jóvenes no están faltos de compromiso. Simplemente están comprometidos con otras cosas, comenzando por sí mismos, y eso no tiene porqué ser negativo.

Vamos a ver un proceso por el que el talento se va a emancipar de la empresa y dicha empresa, o lo que quede de ella, tendrá que aprender a transar con el talento de igual a igual.

El futuro no va a gustar a muchos pero yo estoy deseando verlo.

JM

Anónimo dijo...

¿Compromiso con una empresa? No, gracias. Compromiso con un jefe, con un socio que me apoya y me valora, sí. A las empresas les vendo mi trabajo, y punto. Me comprometo con mi jefe que necesita una ayuda, que necesita una solución para un problea, auqnue no me corresponda solventarlo, me comprometo con mis compañeros que les echo una mano cuando pueda... Y claro, solo te comprometes con la gente en la que confias.

Y me temo que hoy por hoy los jóvenes "por defecto" no confían en sus jefes ni en los dueños de las empresas, por los abusos que ha habido, y "haberlos haylos"

luis.[tic616] dijo...

Gracias a todos por comentar.
Creo que corremos el peligro de caer en una discusión maniquea del tipo "y tú más".

Por parte del "empresario" el drama que veo es que aunque quiera conseguir compromiso de sus empleados lo tiene difícil. No se si es porque la gente está ya muy quemada de determinados abusos y no se cree nada, o porque realmente "pasan de todo". De las dos cosas hay, sospecho.
Me desagradan especialmente aquellos empresarios que demandan compromiso y luego no actúan recíprocamente - son especialmente dañinos - afortunadamente no es el caso de mi amigo

Por parte del "empleado" se cae en el tópico de que todos los empresarios son unos explotadores y de ese calificativo se hace frecuentemente partícipe a los "jefes" - como si un "jefe" no fuese un empleado más o haya sido ante un "currito" por utilizar terminología que ha salido. Me interesa mucho la opinión de anónimo porque revela un discurso muy extremo, fruto no lo dudo de su experiencia personal, pero creo honestamente que hace caso general de su caso particular. Y aporto mi propio contraejemplo: en la gran consultora donde trabajé más de 11 años, la mayoría de las veces, yo como individuo, estaba comprometido con la empresa - en realidad conmigo mismo porque sabía que ese esfuerzo iba a merecer la pena - y no por el sueldo, que no era malo nominalmente (por hora sería otro cantar)- sino porque estaba convencido de que me estaba capitalizando profesionalmente, dentro o fuera. Y ese es un punto clave creo - el concepto de empleabilidad. En parámetros normales el dinero no basta para motivar (su falta SÍ que lo es para desmotivar, no confundamos). Una vez logrado se quiere más.


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Anónimo, te agradecería de verdad, porque clarificaría mucho el debate, que indicaras que le pedirías tú a un empresario para que te comprometieras. Y "comprometerse" no es trabajar 14 horas diarias sino tener la voluntad de que lo que hagas es lo mejor que puedes hacer
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Yo también opino, como alguno de los comentaristas, que estamos asistiendo a un cambio de paradigma, al menos en el mundo europeo (en otros lugares está por ver).
De la empresa "para toda la vida" a la "empresa soy yo" (y eso no significa necesariamente que eso se traduzca en una falta de compromiso aún mayor, sólo que la relación cambia, se vuelve más "P2P" y menos "1-N") - y creo que eso va a ser bueno y motivante, pero nos tenemos que poner las pilas todos

No os puedo contestar uno por uno a todos, pero me ilusiona mucho el comentario de Pablo. Pese a todo (abusos de unos y desidia/pasotismo de otros), hay esperanza en las generaciones que vienen.

Seguimos conversando y que dure. Gracias a todos, de verdad

Anónimo dijo...

Antes de nada, yo soy el anónimo. Un saludo a todos y gracias por invitarme al debate, que siempre resulta gratificante compartir opiniones y sobre todo, ver la postura del otro lado ;)

Contestando a tu pregunta sobre qué ha de hacer un empresario para que su empleado se comprometa, creo que tenemos conceptos diferentes de compromiso. Para mi tu concepto de compromiso (hacer las cosas lo mejor que uno sabe) debería venir ya de serie en el empleado, y de hecho es muy raro encontrar a alguien que cuando empieza un trabajo nuevo o lo destinan a un nuevo cliente, no se le vea empeño y ganas.

El problema, es que en muchas empresas se dan situaciones que poco a poco van eliminando esas ganas, van aplastando ese espíritu de compromiso, al que yo llamaría afán de superación. Cuales? son muchísimas... la primera y más inmediata es cuando el empleado se siente como un peón más y se da cuenta de que para su empresa, él es un número de empleado, una fuente de ingresos a la que no es necesario prestar mucha atención. Para mi, ese es el primer factor que empieza a comerse la ilusión de un trabajador.

Por supuesto, hay muchísimos más factores... trepas, jefes incompetentes (que por cierto, la mayoría han sido curritos y ahí coincido contigo, pero un porcentaje elevadísimo se olvida de cuando las pasaba putas y pisa a los de abajo), clientes imposibles, tiempo invertido para llegar al trabajo, horas extra, picos de curre no reconocidos, racanería a la hora de pasar gastos como por ejemplo un taxi, etc...

El tema es realmente amplio, y gustoso podría entrar en un debate en el que ir exponiendo paso a paso los puntos interesantes para una parte y para otra, debate del que seguro ambos podríamos sacar beneficio. Aún así, os doy la razón en una cosa... los trabajadores de hoy en día en el sector de las TIC, somos como mercenarios.

Por último y para terminar (que ya me estoy pasando con el ladrillo jeje) me gustaría animar a pablo a que siga así, pero advertirle que todos hemos tenido ese gusanillo en la tripa de hacer grandes cosas, de comernos el mundo, de marcar la diferencia... hasta que empezamos a trabajar y nos caímos en la realidad del sector en este país. Aún así, me ha gustado el verme reflejado hace 8 años en el mensaje de pablo ;)

Un saludo!

Anónimo dijo...

Este tema sin duda puede dar mucho de sí. Está bien conocer las diferentes opiniones ya que a veces podemos creernos poseedores de la única verdad y cada persona es un mundo y las circunstancias muy variadas.

Pablo: Para ser "nuevo" creo que has dado en el clavo en tu exposición. Como dije en mi comentario acerca de los jóvenes estaba generalizando. Leer tu punto de vista creo que confirma que la actitud tanto del empresario como del trabajador es clave para que el trabajo salga adelante.

Jose Miguel: El cambio podría producirse incluso antes de 10 años. Hay que tener en cuenta el panorama económico y laboral que se nos presenta en el corto plazo. Se van a producir cambios sociales, económicos y laborales nos guste o no.

Lalo: Referente a tu duda, soy responsable de departamento desde hace 4 años de los 8 que llevo en mi actual empresa. Empecé desde abajo bien jovencito y he visto de todo. Por mi forma de ser creo ( y espero ) que seguiré siendo un "currito" hasta incluso después de jubilarme.

Anónimo dijo...

Yo he estado en el lado oscuro. Las condiciones, las que yo acepte. 12 horas diarias, 1 semana de vacaciones, sueldo fijo más comisiones.. Hace 12 años ganaba unos 1800 euros al mes. No estaba mal. Sabeis cual fue el detonante. Me cogí un viernes para ir a Madrid y mi jefe montó un pollo. A tomar por el agujero negro inverso.

Me monté por mi cuenta y hasta la fecha. Yo me lo guiso yo me lo como.

Creceré más o menos pero todos esos problemas me los ahorro.
Un cliente una vez me dijo que era una puta tecnológica. " Desarrollas software, trabajas de noche y haces lo que se te pide ". Un poco bestia mi cliente.

Y por ahí van los tiros. Trabajar, formación continua, buenas relaciones, colaboración y menos " AY, mi jefe es un cabrón " y menos " vaya empleados de mierda que tengo".

Anónimo dijo...

Con respecto al post, tu amigo se está preparando mentalmente para echar unos cuantos a la calle, que la cosa está mala. Todo lo demás son milongas.

Pablo dijo...

Hola de nuevo,

No suelo comentar en los blogs porque muchas veces es casi perder el tiempo, pero veo que en este se forman unos corrillos de los más variados e interesantes! Felicidades al dueño de la casa que es el que nos junta :).

Voy contestando y luego añado alguna idea.

Lalo - Se que quizás peco de optimismo e ilusión, pero también conozco el mundo laboral (como luego explicaré) y tampoco me ha tratado tan mal, todo es buscar y tener suerte. Y en cualquier caso, ¿Si no tengo ilusión ahora, cuando la tendré? :D.

Roberto - Sin duda la responsabilidad es común, y es ese el concepto básico para que esto funcione. No puede ser que un trabajador espere a que su jefe le demuestre que le va a reconocer el buen trabajo para trabajar bien, igual que un jefe o empresa no puede esperar a que des la campanada para demostrarte que esta apostando por ti. Las dos partes tienen que arriesgar un poco para ganar en esto.

En general creo que hay mucho empresario que opina que sus trabajadores son números, pero también trabajadores que prefieren que les vean así. Esa es la diferencia entre una empresa normal y una empresa excelente.

A nivel personal, creo que hay que tener hambre y capacidad de cierto "sacrificio", pero tu empleador debe detectarlo y no aprovecharse de ello, sino desarrollarte y confiar en ti.

El año pasado estuve trabajando en una multinacional del sector TIC española durante 9 meses. 5000 empleados, organización jerarquizada 100%, becario a 400€ el mes media jornada. Y en este punto es cuando la mitad de los estudiantes se borran.

Pero luego llegas allí y ves que tu jefe es consciente de que eres un universitario y te recuerda que lo más importante es tu carrera, que te da todo tipo de facilidades para que lo puedas hacer compatible. Que cuando dominas una tarea, cuando eres "rentable para la empresa" te cambia para que aprendas otras cosas, tu estas allí para formarte y colaborar, pero no para sacarle las castañas del fuego a nadie, para eso ya tienen a gente contratada con un buen sueldo.

¿A cambio que tiene tu jefe? Pues en mi caso un becario que si había un proyecto gordo que apretaba a algún compañero se ofrecía encantado a echarle un mano, incluso haciendo alguna que otra jornada completa, un becario que daba sus ideas a los compañeros libremente porque sabía que no se le iba a mirar mal. En definitiva, una persona que se compromete y que hace suyos los problemas del resto, porque al fin y al cabo ellos también hacían los tuyos suyos.

Creo que mi optimismo en el fondo esta justificado, he tenido suerte. He encontrado empleadores y jefes honestos y en la universidad he tenido la suerte de tropezar con dos profesores excelentes que piensan que sus alumnos son lo primero y que enseñan innovando (inconcebible en la UPM, y no es irónico). ¿Quizás mi optimismo sea el resultado de las buenas prácticas de otros? Estoy seguro de que soy como soy porque, aunque he encontrado mucha gente que se ha intentado aprovechar de mi, también he encontrado a gente que no lo ha hecho, y esa es la única que pienso dejar que influya en mi futuro.

En resumen, el empleador tiene que proponer todo lo que propone tu amigo, pero también tener cuidado de que el empleado que contrate muestre ciertas actitudes que le permitan hacer uso de todas esas herramientas. Son dos condiciones “sine quan non” para una empresa de gente comprometida.

Saludos y de nuevo perdón por el ladrillo.

Anónimo dijo...

A riesgo de llegar tarde quisiera compartir mi opinión al respecto de las cuestiones que habéis planteado todos.

Lo primero es que las generalizaciones siempre son malas con respecto a unos pocos pero muchas veces aciertan con bastantes otros.

Yo pienso que las nuevas generaciones si están mostrando un punto de inflexión en cuanto a su concepción de la relación laboral. No tengo claras las razones pero tengo alguna opinión para deliberar:

Somos (incluyo a los de los 70 ole!) unas generaciones que hemos crecido con unas opciones de ocio y capacidad adquisitiva diametralmente diferente a las anteriores. Hemos aprendido a disfrutar con ello. Hemos diferenciado el estudiar del divertirnos.

Como consecuencia las ultimas generaciones que están incorporándose al mercado laboral tienen un conjunto de aficiones "fijas" que no están dispuestos a dejar y que centran sus esfuerzos y pasiones.

Ya no buscan solo/tanto el éxito profesional.

A esto unimos una fuerte conciencia social con lo que otros muchos tienen "compromisos" más importantes que su trabajo: ongs, etc.

Además en las ultimas décadas se ha invertido (o casi) la relación universitarios/no universitarios. Han cambiado las tornas. Ahora lo fácil es ser universitario. Ya sé que hay mucho que estudiar, pero eso sigue siendo lo fácil. Nos han preparado para ello toda la vida. Es casi mecánico (de hecho me aprueban sin aprobar ¿no?) Es lo fácil, lo que no tiene riesgo.

Hoy es más arriesgado salirse de los estudios y empezar de currito.

Esto va unido a que cada vez hay más trabajo de "oficinistas" esto incluye a los TIC, Consultores, administrativos, vendedores,etc. Y menos plantillas industriales.

¿Que genera esto? Que muchas personas que por su carácter estarían mejor en un trabajo en una industria, que no tiene nada de malo, pero que tiene un % más alto de repetición y menor compromiso con sacar el trabajo más allá del procedimiento, menos iniciativa. Estas personas no acaban dirigidas hacia ese tipo de trabajos en los que seguramente estarían más cómodos sino que estudian y acaban en una ofician en las que se les pide compromiso, iniciativa, responsabilidad.

Vamos que pienso que no es que haya más de estos, solo que ahora están todos en el mismo sector: oficinistas (¿no acabamos siendo eso?).

Se ha mencionado que cómo se seleccionó a los empleados. Menuda pregunta. Yo doy fe que es extremadamente difícil saber so alguien será de un tipo y otro. Quizá sea fácil ver al "funcionario", son eso que empiezan con preguntas sobre horarios y beneficios sociales... No los critico. De todo hace falta en una empresa.

Los otros es más difícil. Y lo es porque como se ha dicho uno puede comprometerse con su jefe o con sus compañeros o con el lema de la empresa, pero eso hasta que no lo "vive" no sabes si ocurrirá o si por el contrario se "desmotivará".

Por la descripción de luis.tic entiendo que su amigo está en la posición en la que estoy yo (pero yo solo soy jefe). Empapándose de todas las técnicas de team building está tratando de construir un entorno de alta motivación e implicación. seguro que como yo ha preguntado al equipo qué quieren. Y lo ha hecho. Pero al final ves que el efecto o no existe o se diluye rápidamente (recuérdese aquí mi alegato en contra de generalizar).

Y es que hay empresarios y jefes que nos dan mala fama a todos. Seguro que hay muchos. Pero no se trataba de eso de esos. Se trataba de que a pesar de la batalla tradicional empresa/empleado, a parte, allí donde encuentras una empresa que trata de ser diferente no hay forma.

Los pocos que si que se suben acaban quemados, incluso por sus propios compañeros. Y a nosotros se nos acaban las ideas de coaching o empowerment o apoyo psicológico (si cobrara por horas esta semana me habría forrao).

(ya me pasao)

Anónimo dijo...

Por si sirven mis datos (y opiniones).

He trabajado como empleado de 8 organizaciones durante 25 años, y como microempresario en 3 sociedaes durante 10. De estos 35, he colaborado como profesor asociado en Escuelas Politécnicas durante 7.

Con los datos que he ido recopilando, creo que tu amigo está viviendo "lo que hay". Mi conteo es que, en España, debe de haber sólo un 3% de alumnos como Pablo, dispuestos a asumir ciertos retos y riesgos convirtiéndose en socios de una empresa.

Cuando he trabajado y compartido la experiencia empresarial con ingenieros recién titulados (que han sido "seleccionados" tras haber sido alumnos míos, o ser recomendados por personas de mi entorno en las que confío), su marco familiar y social ha terminado conduciendo a un comportamiento como el descrito por tu amigo, que me parece muy sensato, dicho sea de paso.

En relación con la opinión de Mikel, creo que el modelo de red que propone y el esquema de trabajo de tu amigo no son tan diferentes. Creo que la realidad, como nos recuerda Seth Godin en Tribes, es que los humanos "enredados" buscamos líderes que "catalicen" nuestras inquietudes. [Lo de "creo" no es para intentar abortar debates posteriores ;-) ].

Tras analizar los pocos datos que he ido recogiendo, he concluído que hay bastantes empleados comprometidos, pero también que la mayoría de ellos no están en condiciones de asumir el riesgo de pasar a ser empresarios comprometidos (y muchos no lo estarán nunca). Las experiencias que he vivido me dicen que no es nada fácil encontrar buenos socios.