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10/3/09
Momento océano azul
Hace un par de años se hizo bastante famoso un libro editado por primera vez en el 2005 llamado Blue Ocean Strategy: How to Create Uncontested Market Space and Make Competition Irrelevant de W. Chan Kim y Renée Mauborgne dos profesores del INSEAD.
Vaya por delante que no he leído el libro, por lo que las referencias que tengo vienen de algunas reseñas y críticas (normalmente buenas).
La tesis defendida por Chan y Mauborgne viene más o menos a decir que hay que salirse de los mercados océano rojo (llenos de tiburones-competidores-y sangre producto de la encarnizada lucha entre ellos) y buscar (crear) mercados océano azul, es decir limpios de competidores.
Dicho así suena a perogrullo pero esto es sólo una hipersimplificación. Un ejemplo que ponen Chan y Mauborgne, es el del Circo de Soleil, que reinventaron el concepto de circo abandonando el modelo animales+payasos+malabaristas por el de circo artístico (otra simplificación ya lo sé).
Hecha esta pequeña introducción para poner en contexto, voy ya raudo y veloz al punto central de esta entrada.
Se me ha ocurrido que todos, una o más veces, tenemos un momento océano azul, es decir un momento en el que tenemos la ocasión de conseguir o crear un nuevo espacio profesional donde crecer sin competencia inicial. En mi caso he hecho la reflexión y he tenido al menos uno y que quería compartir aquí:
Mis más fieles (hipotéticos) lectores conocen (aquí, aquí y aquí un pequeño recordatorio) que entre mi anterior vida en una consultora industrial y mi situación profesional actual, pasé dos años de responsable de infraestructuras y servicios TIC corporativos en la región EMEA de una multinacional del sector de la biotecnología.
Mi océano rojo era el área de IT corporativa - llena de tiburones, mi jefe en California el primero - en un mercado maduro y en pugna con otros responsable regionales de la compañía. Aparte de que cualquier iniciativa regional tenía que ser canalizada a través de la organización mundial, lo que primero, las hacía lentas de ejecución y segundo, reducía bastante la visibilidad del equipo regional impulsor inicial.
Con el tiempo y la distancia veo claro ahora que mi oceáno azul hubiera sido el área de sistemas de la división de I+D (muy relevante en una empresa biotecnológica como podéis suponer), que estaba literalmente en pelotas y abandonada de las TICs corporativas.
Estoy seguro de que por poco que me hubiese aplicado hubiese podido llegar a ser el responsable a nivel mundial del área. Es fácil decirlo a toro pasado, pero lo que tenía que haber hecho es ir directamente a hablar con los responsables de los equipos de I+D y conocer sus necesidades específicas, sobre todo de aplicaciones. Se daba además la circunstancia de que me llevaba personalmente bien con el director europeo del área por lo que no hubiera encontrado ninguna oposición.
En fin una ocasión perdida y una situación de la que sin duda hay que aprender.
¿No creéis que vale la pena que reflexionéis sobre vuestro momento oceáno azul? ¿Y no valdría aún más la pena que lo contáseis en este humilde blogsito? - invitados quedáis
Os dejo una presentación que he encontrado en SlideShare donde resumen creo que bastante bien el mensaje del libro:
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4 comentarios:
Hola Luis,
Curiosamente estoy leyendo ahora mismo ese libro y estaba rondándome en la cabeza un post sobre el mismo. Lo cierto es que empecé a leerlo y me parecía que, una vez captada la idea central que has comentado en el post, el resto es de relleno, resultando algo flojo, indefinido por una parte y plagado de obviedades por otra (¡qué fácil es criticar cuando no lo has escrito tú!). Además se posiciona frente al modelo de Porter y lo critica, cuando a mi juicio son perfectamente compatibles (y los libros de Porter más profundos y mejor estructurados). En cualquier caso, me estoy reconciliando con el libro y lo he retomado este fin de semana. De momento he de decir que está mejorando algo, pero mantengo que es muy, muy superficial y que con un resumen como el que haces probablemente te evites tener que leerlo de cabo a rabo.
En todo caso, mientras lo leía me hacía la misma pregunta que tú y lo asociaba al concepto de Marca Personal de Andrés Pérez, cambiando el ámbito de aplicación de la empresa a las personas.
Yo tengo muy claro mi momento océano azul perdido (o desperdiciado), aunque en él se mezclan la empresa y el profesional. Fue en 1995 y estaba en 4º de la carrera, en aquella época apenas había dos o tres proveedores de Internet (Goya y Servicom 2000 si la memoria no me falla) que eran carísimos, y la web era muy incipiente y predominántemente estática. El hosting de Internet o no se había inventado o no había explotado, y con unos compañeros de clase comencé a esbozar la idea de poner unos servidores en un sitio común, compartir un carísimo acceso a Internet, y alquilarle todo el paquete a las pequeñas empresas, combinado con desarrollos de comercio electrónico (una quimera por aquél entonces). Pero por algún motivo, no me atreví a llevarlo a la práctica y, de haberlo hecho, a lo mejor mi cuenta corriente hoy luciría distinto (o a lo mejor no, a lo mejor hubiera vendido el negocio a cambio de acciones sobrevaloradas en la burbuja .com posterior y me hubiera quedado igual).
En todo caso, independientemente de cuál hubiera sido el resultado, aquello siempre permanecerá en mi memoria como un océano azul perdido.
¡Ah! Y gracias por hacernos reflexionar.
Un saludo,
Antonio.
Qué inspiradora entrada y qué buen comentario, Antonio.
Yo creo que mi momento océano azul se está desarrollando ahora mismo y creo que no tendrá final, un desenlace concreto.
Mi objetivo no es sacar partido económico o tener éxito profesional porque tiene mucho que ver con seguir trasladando conceptos y prácticas de la psicología conductual (psicología de la buena) al ámbito personal, del empleo y de las organizaciones.
Hay tanto por hacer en este aspecto que veo océano por todas partes, tanto que a veces simplemente pienso en dejar de pensar en azul y dedicarme a ganar más dinerito vía consultoril clásica...
Yoriento es sólo una barcaza que surca ese mar con modestia pero con convicción, y a ver si vamos montando otras iniciativas como comunidades de profesionales interesados por otra forma de entender y aplicar la psicología ;-)
@Antonio, no es casualidad. Se me acabó de ocurrir el post mientras leía tu última entrada en tu blog al ver la portada del libro en tu lista de libros. Por lo que en parte se podría considerar que algo de "culpa" tienes ;-)
Respecto a tu "momento océano azul" es un gran ejemplo no sólo de eso mismo sino también de visión por tu parte.
@yoriento, mucha suerte en tu navegación, me siento muy honrado de formar parte, aunque sea mínima, del viento que te porta.
Gracias por vuestros comentarios. Se trata justo de eso de que nos ayudemos a reflexionar. Algo que quizá no ha quedad muy reflejado en el post es que considero necesario hacer "paraditas" de vez en cuando, tomar aire, mirar a lo lejos y pensar un poco más allá de nuestro día a día. A veces, para ello, hacen falta detonantes como leer un post de algún blog(como los vuestros por cierto) para provocar esa paradita. Lo dicho muchas gracias
Comparto el siguiente articulo:
Gestíón/Management
Dar la batalla
Para el profesor de Stanford William Barnett, las empresas tienen su mejor oportunidad de aprender y mejorar cuando deciden enfrentar a sus competidores.
En 1871 el escritor inglés Lewis Carroll decidió publicar la continuación de su inolvidable historia Alicia en el país de las maravillas. A dicha secuela Carroll la tituló A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, que a pesar de no ser igualmente famosa, es superior para muchos en su calidad narrativa y el poder de sus metáforas. Incluso, cautivó desde su publicación a un público más adulto. Cuenta la historia que en el País de la Reina Roja las personas deben correr al doble de la velocidad pues en ese reino la tierra se mueve con ellos. Es así como, cuando Alicia descubre sorprendida "¡parece que hemos estado bajo este mismo árbol todo el tiempo!", la Reina Roja contestó: "como ves, hace falta correr todo cuanto una pueda para permanecer en el mismo lugar".
A finales de 2008 la prestigiosa revista Strategy+Business (anexa a la consultora Booz Allen Hamilton) publicó su listado anual con los mejores libros de gerencia en ese año. El profesor de la escuela de negocios suiza IMD, Phil Rosenzweig, famoso por su provocativo libro The Halo Effect (ver edición 294), fue el responsable de escoger en la categoría de estrategia. En esta oportunidad Rosenzweig, reconocido por mantener una posición crítica de la literatura en gerencia, destacó una novedosa propuesta que recoge la hipótesis de la Reina Roja y la aplica al mundo de los negocios. Rosenzweig se refirió al libro del profesor de Stanford William Barnett, The red Queen among organizations, como la mejor publicación de estrategia que se ha escrito en los últimos tiempos. .
La Reina Roja
En su libro, el profesor William Barnett desarrolló toda una teoría que se conoce como el modelo de competencia de la Reina Roja. En entrevista con Dinero, Barnett explicó que su modelo consiste en que "las organizaciones aprenden cuando enfrentan a sus competidores, logrando convertirse en jugadores más fuertes, pero al mismo tiempo abren el camino para que su competencia también mejore". Esto le agrega dinamismo y evolución a la estrategia corporativa convencional. Pero la pregunta clave de la estrategia ¿quién es más competitivo? es mucho más interesante cuando se entiende que la respuesta cambia todo el tiempo. "No basta con que las empresas evolucionen. Si su competencia y el entorno lo hacen más rápido, pueden salir del mercado", señala Barnett.
Barnett explica su modelo de competencia a partir de la escasez. Sin importar el tipo de organización, todas enfrentan ataques de sus competidores. "A veces sin percatarse, las dificultades diarias que enfrentan las compañías son causadas por alguna jugada de un competidor", expone el autor. En su perspectiva, las empresas compiten todo el tiempo por escasez en recursos financieros, talento o clientes. Algunos de los libros de estrategia más exitosos hablan de la importancia de encontrar "océanos azules" sin la interferencia de competidores. Pero Barnett ha demostrado empíricamente en su libro que las compañías que enfrentan una mayor cantidad de guerras son las que finalmente tienen mayores posibilidades de triunfar.
A punta de golpes
A veces los ataques son tan fuertes que las compañías no logran sobrevivir. Por supuesto, enfrentar la competencia acarrea enormes costos. Pero Barnett explica que todos los mercados operan en lo que él llama "lógicas de competencia". Con esto sencillamente quiere decir que la pregunta ¿quién es más competitivo
, no solo va a depender del tiempo, sino de quien desarrolle las mejores capacidades claves en su mercado particular. Al enfrentar a sus clientes las empresas avanzan a un siguiente nivel en su desarrollo.
El modelo del profesor Barnett se fundamenta en principios muy sencillos. Pero tal vez este modelo ha trascendido porque al haber evaluado sus hipótesis en diversos sectores, presenta mensajes muy importantes para los negocios. Entre otros, que se deben evaluar muy bien las fusiones y adquisiciones. Estas jugadas pueden ser beneficiosas en términos de mercado en el corto plazo, pero eliminan un proceso de aprendizaje vital para el futuro, que las compañías no suelen tener en cuenta. El león no es hoy en día quien es si no fuera por la historia de otros predadores. Pero tal vez el mensaje más contundente, en medio de esta fuerte crisis que estamos viviendo, es recordar que las batallas nos fortalecen y que de esta saldremos favorecidos.
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