Cada vez que cojo el tren de cercanías veo a la taquillera. Siempre con una palabra amable y dispuesta a ayudar y a orientar aunque se le note a veces que tiene un mal día por la cara que trae. Ni siquiera en los peores momentos de esta debacle que estamos viviendo en Barcelona con la Renfe, le he visto una mala salida, una palabra malsonante... y no será porque no se lo merecía algún energúmeno que otro que ha pagado con ella el mal hacer de otros.
Ni siquiera es empleada de Renfe, sino de una empresa subcontratada, pero hace su trabajo dignamente, no alegre siempre pero sí serena... pasa 8 horas o más y no lo pasa mal, al menos lo intenta pasar bien.
Me acuerdo de ella en mis momentos malos en el trabajo. No empeores la situación con tu mal humor... deja que pase.
Ni siquiera es empleada de Renfe, sino de una empresa subcontratada, pero hace su trabajo dignamente, no alegre siempre pero sí serena... pasa 8 horas o más y no lo pasa mal, al menos lo intenta pasar bien.
Me acuerdo de ella en mis momentos malos en el trabajo. No empeores la situación con tu mal humor... deja que pase.
3 comentarios:
Buen consejo. A mí me ocurrió hace unos días con una persona de 'El Heraldo' cuando fui a comprar un número atrasado del periódico: desde el primer momento supe que le pasaba todo lo contrario que a la taquillera que comentas y que mi compra tendría una incidencia. Así fué; me vendió un periódico de otra fecha. Cuando llevas tiempo observando a la gente sabes realmente si hay predisposición o no, aunque sea la primera vez que te cruzas con ella.
Es parte de lo que llamaría la comunicacion no verbal. Decimos mucho sin siquiera decirlo.
Por si te interesa, aqui te dejo esta entrada:
http://elcafedejoe.com/2007/08/27/hoy-no-me-puedo-levantar-el-fin-de-semana-me-dejo-fatal/
Coincido plenamente contigo Joe. Lo defines muy bien en la entrada que dejas - Hay que tener mucho cuidado y aguantar el tipo aunque las cosas vengan mal dadas porque puedes acabar empeorando a situación
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