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En mi juventud, cuando practicaba deporte en serio, el tipo de entrenamiento que más me gustaba era el fartlek, técnica de entrenamiento de origen sueco que consiste en correr de forma más o menos anárquica, sin un plan cerrado preestablecido, con cambios de ritmo tal como te va pidiendo el cuerpo más o menos, y no menos importante, por terrenos variados - la hierba de un campo de golf es lo ideal, yo lo llegué a hacer alguna vez (arriesgándome a alguna buena bronca) y hay pocas cosas comparables (si estás en forma y ya disfrutas corriendo).
Otras técnicas como las series, la carrera continua, cuestas, pesas, vallas, isometricos, etc. te marcan distancias, ritmos, número de repeticiones, kilos, tipo de terreno, ... están más regladas y su efectividad depende en gran medida de cumplir las pautas que las definen.
En mi vida laboral, aquí doy el triple salto mortal de un tema a otro, siento que hago poco fartlek y mucho de las otras técnicas. Mi carrera (toma doble sentido) está demasiado marcada por un plan. Demasiado sujeta a tablas de entrenamiento donde las distancias, pesos, tiempos y número de repeticiones me marcan el paso y la intensidad del entrenamiento.
Ahora ya no practico deporte en serio (un poco en broma sí) pero siento que tengo que volver a correr por la hierba... aunque me gane una bronca
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