Ya no me puedo aguantar más y he hecho una síntesis de lo que he podido leer en las entradas relacionadas de blogs amigos (Gracias Rafa, Miguel, Jose M y Luis) y los comentarios en todos ellos y en mi entrada inicial.
Y avanzo que me quedo con una conclusión:
la motivación debe venir de dentro de uno mismo, no puedes esperar que nadie ni nada te motive. En todo caso tu empresa, o entorno laboral en general, debe facilitar que no pierdas esa motivación y que esa motivación individual revierta en beneficio de todos: uno mismo, tus compañeros, la empresa, los clientes y proveedores de la empresa, la sociedad, ...
Así planteado, la lista que había propuesto construir la rebautizo como lista de factores para alentar y sostener la motivación, intrínsicamente interna, y que queda, tras mi, seguro que incompleta, síntesis en:
- Confiar en las personas que tengo alrededor. Esta se la debemos a Odilas y la pongo la primera por que es lo primero que tiene que haber y a la vez lo último, pues debe acabar siendo el resultado de todas las demás. O como me dijo no hace mucho Antonio Valle: sentir que formas parte de una pandilla.
- Transparencia y comunicación. Las reglas están definidas y se cumplen. Valores, objetivos (individuales y colectivos) claros, transmitidos, medibles y evaluados, de forma constructiva, para mejorar - no para castigar. No hay atajos por el pasillo ni vías alternativas. La mala práctica en este sentido se penaliza, no se premia.
- Empleabilidad. Lo que hago me sirve a mí, como individuo egoísta que soy y dado el mundo no tan perfecto que nos circunda, para incrementar mi valor como profesional. Formación, proyectos donde se aprende y mis compañeros me enseñan, etc.
- Participación, como individuo y como grupo, en las decisiones que me afectan (eso no implica que sea yo el que decida) pero al menos que el que toma la decisión conoce mi (nuestra) opinión.
- Flexibilidad, variedad y movilidad. Como se confía en mí, soy responsable de mis resultados. Yo me organizo, coordinadamente con mis compañeros, y puedo trabajar cuándo y dónde quiero, compaginándolo con los intereses del grupo y de la empresa. Se traduce en flexibilidad de horarios, teletrabajo, poder cambiar fácil razonablemente de tipo de trabajo, proyecto y área funcional. De todos, este es el factor más difícil de implementar me temo.
- Gozo intelectual (no se me ocurre otra forma de describirla). Todos los factores anteriores está muy bien pero algunos se podrían tener en un puesto de trabajo apretando tornillos o tapones de botes de conservas. Este factor es de JoseM y es poder colmar el deseo, la inquietud, la necesidad de entender, de construir y deconstruir para asimilar y descubrir, ... de desarrollarte intelectualmente. Imprescindible
No quiero que mi posición se interprete como un elogio al colectivismo, concepto que me produce sarpullidos, sino como una apología de la responsabilidad y ética individual como mejor forma de que podamos convivir y progresar colectivamente,... que no es lo mismo.
Y hablando de motivación interna, rescato una entrada de hace tiempo donde se comenta un libro donde se narra un caso donde esa motivación interna se lleva al extremo.
El libro se llama El hombre en busca de sentido y está escrito por Viktor Frankl. Es un alegato firme y duro a favor de la responsabilidad de cada individuo en su propia vida, pese a cualquier tipo de adversidades que tenga que sobrellevar.
A él le debemos esta frase que debería esculpirse cada uno en su casa, mesa, almohada, escritorio, tatuaje, salvapantallas, ...
Al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas - la elección de la actitud personal que debe adoptar frente el destino - para decidir su propio camino.
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